En representación de la Cámara de Diputados, la legisladora Marcela Guerra Castillo acudió a una reunión privada con su santidad el Papa Francisco, en la Santa Sede, donde abordaron el tema de la migración.
Precisó que en su calidad de Presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, junto con la delegación designada por la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, entablaron un diálogo con el Pontífice quien externó su preocupación por las deportaciones y la discriminación que enfrentan los migrantes, ante la posición del gobierno de Estados Unidos.
La legisladora priista señaló que durante la audiencia privada, que se realizó esta semana en la Santa Sede, el Papa pidió apoyar a los hermanos migrantes a través de la fraternidad y la amistad social, como medios de reconstrucción social, para lo que sugirió promover la solidaridad y compasión entre las naciones.
Puntualizó que el líder de la Iglesia Católica llamó a atender el problema de la migración poniendo en el centro a las personas y sus derechos, y solicitó adoptar programas de «corredores humanitarios», políticas de reasentamiento para refugiados, conceder visas de reunificación familiar y el estatuto de protección temporal a las personas obligadas a huir.
Además, refirió que Francisco II relató las dificultades que viven los migrantes en la región del Darién, una zona selvática y pantanosa que se encuentra en la frontera entre Colombia y Panamá, que cada año la cruzan migrantes originarios de países tan diversos como Venezuela, Cuba, Haití, Bangladesh o Somalia, todos decididos para llegar a Estados Unidos, recordando que él mismo es hijo de inmigrantes en Argentina.
Refirió que el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti» (Hermanos Todos), destacó la importancia de acoger y ayudar a los migrantes y refugiados, promoviendo una mayor solidaridad y compasión entre las naciones, y expresó que el acto de deportar a personas, que en muchos casos han abandonado su propia tierra por razones de extrema pobreza, inseguridad, explotación, persecución o grave deterioro del medio ambiente, lesiona la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras.
El Papa, durante la audiencia, reiteró que la dignidad y los derechos de los migrantes tienen prioridad sobre cualquier otra preocupación, y recordó la misa que ofreció en Ciudad Juárez, frente al Río Bravo, a los pies de la cruz erigida en el lugar que separa México de Estados Unidos y que fue seguida a ambos lados de la frontera.
La congresista agradeció la invitación de Monseñor Joseph Spiteri, Nuncio Apostólico en México y las atenciones que recibieron durante su estancia en el Vaticano por parte del excelentísimo señor Alberto Medardo Barranco Chavarría, embajador de México ante la Santa Sede.