Se ha descrito en muchas ocasiones un estado mental que experimentan personas ante una situación cercana a la muerte, referido como la proyección de una “película rápida” o un resumen de la vida de la persona, con los acontecimientos significativos o las “cuentas pendientes” a ser revisadas.
Un proceso de evaluación similar es el que se presenta comúnmente, pero durante toda una etapa de la vida: la vejez o la tercera edad, cuando la persona se enfrenta a cambios en su existencia que lo hacen susceptible a sentimientos de soledad, recuerdos negativos o confusión sobre el legado moral, cultural o espiritual que dejará a su descendencia.
Para fomentar y facilitar la experiencia de un envejecimiento exitoso y una soledad positiva, un equipo de estudiantes de la Universidad de Monterrey desarrolló una metodología de intervención psicológica que busca llevar a las personas mayores al estado al que llaman gerotrascendencia.
El programa Trascender para Vivir está basado en el desarrollo de una perspectiva positiva de una experiencia de vida con el empleo de las técnicas de reminiscencia e historias de vida, que se aplicaron a huéspedes de la Casa Club del Adulto Mayor, ubicada en Apodaca, Nuevo León.
Las y los alumnos de la Licenciatura en Psicología Clínica Erick Ulises Flores Saavedra, Carolina Somohano Vela y Vianey Zambrano Ayala y los de la Licenciatura en Psicología Paloma Montemayor Ibarra, Sebastián Solís Barrera y María Fernanda Herrera Aguilar desarrollaron esta metodología como Proyecto de Evaluación Final (PEF) para graduarse de sus respectivas carreras en la UDEM, en el semestre Primavera 2023.
De acuerdo con el estudio que realizó el grupo estudiantil, la gerotrascendencia es la forma en que las personas mayores alcanzan la plenitud y que provoca un cambio en la perspectiva de la vida, pasando de una visión materialista a una más cósmica y trascendente.
“Lo interesante de trabajar en la gerotrascendencia es que no hay que esperar hasta ese momento (de la proyección de la ‘película rápida’), sino que lo podemos hacer desde mucho tiempo antes”, afirmó Sanjuana Gómez Mendoza, profesora de la Escuela de Psicología de la UDEM y asesora del PEF.
La gerotrascendencia implica un aumento en la satisfacción personal del adulto mayor; redefine el carácter; su percepción hacia sí mismo cambia, creando una nueva comprensión acerca de cuestiones existenciales; hay una mayor disposición a la reflexión y se valora mejor el tiempo, según el trabajo final universitario.
El grupo de estudiantes realizó una investigación con 15 personas adultas mayores, luego de un proceso de selección, con un promedio de edad de 72 años.
Los resultados de la investigación fueron positivos, ya que confirmaron que la participación en los talleres facilita la gerotrascendencia en las personas mayores.
Las principales técnicas de intervención psicológica que se utilizaron fueron las de reminiscencia y otra dentro de los diferentes abordajes psicológicos, el de la narrativa, que se llama historias de vida, además de una tercera, que fue el uso de la metáfora.
Como lo explicó Gómez Mendoza, la idea es recordar, organizar lo que se recuerda, darle un valor y un significado a lo que se recuerda y, luego, reflexionar sobre cómo todo eso se puede trasladar a una visión de trascendencia.
LA PROPUESTA
Desde hace décadas, se han construido diferentes propuestas teóricas sobre el desarrollo psicológico cuando la persona se acerca a la adultez mayor, pero un teórico sueco, Lars Tornstam, propuso el concepto de gerotrascendencia en 2005, cuando encontró de forma consistente que las personas mayores entran en una etapa de revisión sobre las acciones, los logros y sobre aquellas cosas que no se consiguieron.
Lo que se busca a través de esta metodología es desarrollar a la persona en tres dimensiones: una visión cósmica, una percepción de sí mismo y mejores relaciones sociales.
El grupo estudiantil de la UDEM buscó, a través de estos talleres, facilitar un espacio de reflexión que permitiera a las personas recordar eventos significativos en su trayectoria de vida; identificar metas y objetivos; reflexionar sobre los diferentes tipos de soledad y proveer herramientas de resignificación en los participantes para su proceso reflexivo de gerotrascendencia.
Previo a involucrarse con la gerotrascendencia en esta investigación, según María Fernanda, una de las entonces alumnas, aún tenían la idea de que cuando una persona llega a la tercera edad, se van acabando metas y sueños, pero las y los alumnos se dieron cuenta de que tenían percepciones equivocadas.
“(Creíamos que) las personas adultas mayores, en algún punto se sentían poco útiles, que es un concepto muy feo, pero ellos dicen que buscan la manera de salir adelante o disfrutan lo que hacen; obviamente, los participantes que nosotros tuvimos están en un ambiente positivo, es un centro recreativo”, indicó.
Aún así, el equipo de estudio se topó con algunas posturas no tan positivas y, posteriormente, al integrarlos a grupos del mismo círculo de la asociación y cambiar sus enfoques, como expresar lo que desean dejar como legado personal, lograron cambiar esa perspectiva.
EL LENTE DE LA VEJEZ
Para muchos teóricos, la llamada tercera edad es una etapa muy complicada porque las personas ven bajo el lente de las pérdidas, en opinión de Gómez Mendoza.
“La persona deja de trabajar, empieza a perder su estado de salud normal, se queda sola en su casa porque los hijos se van, hay pérdida del poder adquisitivo, hay la posibilidad de la pérdida del cónyuge o de las amistades”, explicó.
“Para donde la persona voltee hay pérdidas, entonces, es lo característico de la etapa; sin embargo, tiene una historia de vida y una experiencia, es de esperarse que las personas adultas mayores tienen mayores recursos o posibilidades de responder a estas situaciones complicadas a las que se va a enfrentar”, sostuvo.
De hecho, la investigadora universitaria destacó que existen estudios comparativos de salud mental entre personas jóvenes y adultos mayores que se realizaron durante la pandemia, donde se registraron diferentes niveles de ansiedad y depresión, pero que demuestran que las personas mayores tuvieron más recursos para dar un valor, significado o apreciación diferente a la situación, en comparación con la gente joven.
A María Fernanda le gustaría continuar trabajando con adultos mayores, especialmente, en el aspecto de la tanatología, para ayudarlos a encontrar su forma de enfrentar de manera natural este tema.
La alumna reconoció que tenía mucho temor de trabajar con adultos mayores, porque antes de su PEF había trabajado con niñas y niños, y le parecía más fácil empatizar con las infancias.
“Pero siento que empaticé aún más con los adultos mayores, (este trabajo) inspiró mi mejor versión: siempre que pude, los ayudé de alguna manera, les facilitaba un poco su vida a través de las actividades que les proponíamos; fue un reto que nos pusieron y me terminó gustando mucho”, expuso.
En ese mismo sentido, Sebastián, otro de los alumnos, señaló que esta investigación en particular y su paso por la UDEM “me alentó a esforzarme y a ser mi mejor versión de mí mismo, investigando sobre temas confiables, llegando a tiempo a la institución y haciendo los talleres”.
A todo esto, el alumno añadió que también fue clave la colaboración con sus compañeros y los aprendizajes de sus maestras: “me esforcé por un buen trabajo y di mi mejor versión”.
Gómez Mendoza, por su parte, mencionó que la idea es continuar con esta línea de investigación de la gerotrascendencia como una de las líneas de trabajo de la Escuela de Psicología de la UDEM.
Entre las habilidades con las egresan las y los alumnos de la Licenciatura en Psicología Clínica, están las de evaluar, diagnosticar, intervenir o prevenir anomalías o trastornos mentales o del comportamiento, a partir de enfoques, métodos y técnicas propios de la psicología clínica y la psicología de la salud, mientras que quienes egresan de la Licenciatura en Psicología podrán evaluar e intervenir el comportamiento en los ámbitos social, educativo, clínico y organizacional.