Un verano dedicado al mejoramiento de sus habilidades de programación es lo que vivieron los cinco estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey que participaron en el STEM Summer Research Program (Science, Technology and Engineering For Our Common Home Program), en la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos.
Fue una oportunidad académica que los llevó a tomar cursos y desarrollar proyectos con lenguaje de programación en compañía de colegas de otras partes del mundo durante casi un mes, del 29 de mayo al 25 de junio, para dedicar tres semanas al trabajo online y una más en la casa de estudios con sede en el estado de Indiana.
Las y los alumnos aplicaron al programa a partir de sugerencias del director de programa académico en la UDEM o incluso de familiares.
Después, reunieron la papelería: documentos que acreditan su dominio del inglés, un escrito que explicara sus motivos, cartas de recomendación, formularios y constancias de distintos diplomados o cursos relacionados con el quehacer de la ingeniería.
Aparte, les otorgaron becas para hacer el viaje a la Unión Americana, proporcionadas por Fulbright con COMEXUS.
Santiago Torres García, del noveno semestre de Ingeniería Mecánica Administrativa, aprendió más acerca de Python, el lenguaje de programación con el que trabajó en el desarrollo web, utilizando además herramientas como Django, HTML, CSS y GitHub.
“Pude relacionarme con gente de diferentes carreras y áreas del conocimiento, aprendiendo rápidamente de todos ellos y de los cursos”, dijo.
Giselle Pacheco Sánchez, quien realiza una doble titulación en Ingeniería en Mecatrónica y en Robótica y Sistemas Inteligentes, detalló que, trabajando en equipo, creó una página web con el objetivo de mejorar el acceso a la atención médica y las interacciones entre pacientes y médicos.
La tarea era realizarla desde cero, incluyendo su programación, el back end y el front end, esto es, tanto el soporte del producto como lo que visualiza el usuario.
“Parte de la dinámica era presentarlo a estudiantes de preparatoria, a ingenieros en ciencias computacionales y a la gente que nos dio el curso. La verdad, nosotros ya traemos conocimientos de programación por la carrera, entonces sentimos que tuvimos ventaja y aprendimos más rápido”, dijo la alumna de undécimo semestre.
Ella hizo equipo con Adriana Treviño Escamilla, su compañera de Ingeniería en Robótica y Sistemas Inteligentes. Agregó que obtuvieron conocimientos sobre el estado del arte de la informática, como el uso de Raspberry Pi, computadoras monoplaca frecuentemente usadas en el mundo maker para construir proyectos de electrónica.
“Tuvimos la oportunidad de visitar Chicago y conocer su museo de ciencias; entonces, fue un viaje de inmersión cultural también”, dijo la recién egresada.
Alejandro López Murguía, colega de profesión de Adriana y estudiante de noveno semestre, compartió que “después de tomar los cursos junto a mis compañeros, desarrollamos una página en la que podíamos visualizar la calidad del aire en diferentes ciudades del mundo. Suena sencillo, pero involucra pasar la información de tablas a una página con una estética. Ahí se usa todo lo que aprendiste en tres semanas y en la carrera”, expresó.
Por último, Ricardo Garza Hernández, del quinto semestre de Ingeniería Industrial, apuntó que puso en práctica habilidades de manejo de bases de datos. Su equipo se dedicó a crear una página encaminada a crear conciencia sobre el cáncer de piel.
“En nuestra página mostramos análisis y relaciones entre las características físicas de las personas y sus actividades cotidianas para predecir su riesgo de tener esta enfermedad. Yo manejé todos los aspectos de las estadísticas”, indicó.
“Aparte de las clases de programación, esta oportunidad también nos enseñó a comunicarnos efectivamente porque expusimos ante las eminencias de programación de Notre Dame”, expuso.
Las y los estudiantes coincidieron en que la experiencia internacional les abrió o seguramente les abrirá oportunidades laborales.
“Acabo de conseguir trabajo y durante las entrevistas mostraron mucho interés por el verano que pasé”, aseveró Adriana. “Sigo pensando que estas cosas extra en mi curriculum hicieron la diferencia”.