Para Mariana Maldonado Villarreal y Marcela Martínez de la Torre, alumnas de la Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Universidad de Monterrey, el semestre recién concluido -su sexto en la UDEM- destacó por sus grandes aprendizajes.
Y quizá el más grande de todos, es el que les dejó la clase de Educación y Desarrollo Comunitario porque no se limitaron a aprender los conceptos en el salón de clases. En lugar de eso, los aplicaron en un proyecto con el poder de mejorar las vidas de las familias de las colonias Balcones de Santa Catarina y Hacienda de Santa Catarina.
Todo comenzó con el reto que les presentó la docente Beatriz Gómez García: “el objetivo del curso es que los estudiantes conozcan la teoría alrededor del desarrollo comunitario para mejorar la calidad de vida”, señaló la profesora. “Vimos diferentes metodologías como la intervención sociourbana, la reconstrucción del tejido social, el desarrollo de la comunidad”.
Después llegó el momento de trasladar la base teórica a la realidad, aplicando dos temas de alta relevancia en la materia: cómo realizar un diagnóstico social y cómo implementar y evaluar un proyecto que atienda tal diagnóstico en una comunidad en condiciones de vulnerabilidad, agregó la maestra. Esta manera de llevar y estructurar su curso se llama Aprendizaje en el Servicio y no es nueva en la UDEM.
Jimena Gaspar Rivera, quien forma parte del Centro de Desarrollo Académico de esta casa de estudios, explicó que “es una metodología en la cual los conocimientos aprendidos se ponen en práctica a partir de proyectos que involucren a la comunidad y resuelvan una necesidad de la misma. Entonces, es un ganar-ganar”.
La maestra Gómez García añadió que el aplicar dicha metodología en las aulas responde a una vocación de impactar positivamente en la sociedad para ella y sus alumnos: “es una oportunidad que tienen de ver la profesionalización del servicio comunitario, de ser facilitadores de procesos de vida que viven las poblaciones”.
La profesora Beatriz y sus estudiantes echaron mano de los lazos construidos con la mencionada zona a partir de la apertura de la Preparatoria Politécnica Santa Catarina Poniente, programa de la UDEM, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Educación de Nuevo León, el municipio de Santa Catarina y un grupo de benefactores.
Las 13 estudiantes del curso se organizaron en tres equipos y a cada uno se le asignó una escuela del área. El equipo de Mariana trabajó con la Escuela Primaria Manuel Acuña y el de Marcela, con la Escuela Primaria Felipe Ángeles.
Era tarea de todas llevar a cabo el diagnóstico social, que realizaron de manera parecida: convocaron a los padres de familia a una reunión y les solicitaron identificar aspectos positivos y negativos de su colonia, así como reflexionar sobre lo que les gustaría cambiar. La idea era partir de una necesidad sentida de la gente. Si bien los participantes eran vecinos, los equipos obtuvieron resultados distintos que los sorprendieron.
Mariana relató que ellas y sus compañeras detectaron preocupación por la carencia de comunicación en casa, la falta de regulación de los chicos en el uso de la tecnología y el acoso escolar. Prepararon un taller de tres sesiones, una para abordar cada tema. En promedio, nueve padres de familia asistieron a las reuniones.
“Realizamos investigación de cada tema para darles herramientas. Una que les encantó es el círculo de diálogo, donde, con preguntas guiadas, cada uno habla y todos construyen una conclusión”, dijo la estudiante. “Nos encantó que en una sesión hasta asistió un abuelito. Nos quedamos contentas al ver el genuino interés de compartir, de que ambas partes nos abramos y aprendamos los unos de los otros”.
Marcela relató que pudieron aprovechar la excelente relación entre los padres de familia y la escuela asignada.
“Nos llamó la atención que recibimos muchas respuestas sobre necesidades educativas especiales”, señaló la alumna, quien está realizando la doble titulación con la Licenciatura en Psicopedagogía.
“Muchas mamás expresaban culpa de que sus hijos sean considerados los ‘raros’ cuando hay un diagnóstico de trasfondo como Déficit de Atención. Por eso enfocamos nuestro taller de tres sesiones en el bullying: cómo prevenirlo, cómo apoyar a tu hijo si sufre bullying y cómo crear vínculos positivos que fomenten la confianza”. Sus esfuerzos beneficiaron a 11 padres de familia.
Las y los estudiantes de Ciencias de la Educación, como Mariana y Marcela, desarrollan a lo largo de sus estudios un enfoque teórico-práctico con base humanista: son capaces de planear, diseñar, promover, conducir y evaluar los procesos de enseñanza-aprendizaje del ser humano en sus distintas etapas etapas del desarrollo.
Marcela señaló que experiencias así inspiran su mejor versión como profesionista: “aquí apliqué todo lo visto en la carrera como la planeación de una clase, el diseño de actividades, la correcta comunicación de contenidos que te lleve no solo a explicar, sino a involucrar a la gente en el aprendizaje. Lo más importante es estar en sintonía con las personas porque la enseñanza es algo que construimos juntos”.