Además de las cinco especialidades que contarán apenas con su primera generación, la Facultad de Enfermería iniciará en el semestre agosto-diciembre el posgrado en enfermería y cuidado del niño-adolescente, así como la especialidad en salud comunitaria y familia.
Con la apertura de cinco programas educativos de especialidad, la Facultad de Enfermería (FAEN) de la UANL busca preparar profesionales especializados en áreas prioritarias del cuidado que hagan frente a los problemas emergentes de la salud en la población a fin de ir disminuyendo el déficit importante de enfermeras y enfermeros que afecta la seguridad de los servicios de salud.
Con un modelo único a nivel estatal, la escuela está a punto de graduar a la primera generación de 48 especialistas: 19 en enfermería en cuidados intensivos, 20 en enfermería quirúrgica perioperatoria y 9 en gestión del cuidado de la enfermería.
Para el periodo agosto 2023-julio 2024 ya se tiene a estudiantes inscritos en las siguientes especialidades: enfermería en cuidados intensivos, enfermería quirúrgica perioperatoria, enfermería en cuidado del niño y adolescente y enfermería en salud comunitaria y familia.
“Las especialidades surgen en respuesta a una necesidad de fortalecimiento en la preparación de profesionales de la enfermería que podrán desarrollar su máximo potencial y crecimiento a través del abordaje teórico y práctico del área, al proporcionar atención integral a los pacientes, basando su actuación en la evidencia científica, el humanismo y la ética”, externó María Guadalupe Moreno Monsiváis, directora de la Facultad de Enfermería.
Agregó que la FAEN mantiene con estas especialidades el objetivo de vincular el cuidado de la alta especialidad mediante trabajo colaborativo y multidisciplina, contemplando aspectos metodológicos, epidemiológicos, ambientales y sociales para crear especialistas líderes con capacidad resolutiva y enfoques holísticos hacia los problemas que se presentan en su práctica profesional.
“Buscamos el empoderamiento clínico en nuestros egresados. Lo manejamos de manera transversal en todos nuestros programas y la especialidad es clave, porque ya están insertos en la práctica y lo que queremos es un cambio de su desempeño profesional”, apuntó.
Áreas de oportunidad
Sobre la segunda generación y la primera de las especialidades que están por iniciar, Moreno Monsiváis informó que pondrán en marcha convenios con los hospitales extranjeros con los que la Facultad de Enfermería mantiene alianzas e impulsarán que la movilidad estudiantil pueda ser de tres a seis meses en instituciones de salud en México y Estados Unidos.
Añadió que se están cerrando los acuerdos de colaboración con el Instituto Nacional de Cardiología de México y se trabaja en conjunto con el Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González” de la UANL y las Clínica 34 y 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social, así como las estancias en el Hospital General de Chihuahua, el Hospital Universitario de Puebla y el Hospital General de Especialidades de Campeche.
El programa favorece la parte práctica al realizar 24 horas por semana y además fortalece la teoría. La práctica es sustancial al ser un programa de competencias, el sustento práctico es relevante y es ahí donde el estudiante necesita disponibilidad para realizarla”, recalcó Moreno Monsiváis.
Estudios con respaldo de calidad
La directora de la Facultad de Enfermería añadió que las especialidades de la facultad están inscritas en el Sistema Nacional de Estudios de Posgrado y están a la espera de la evaluación de la Opinión Técnica Académica para que los alumnos puedan acceder a las becas que el CONAHCYT otorga y que serán de beneficio para el estudiantado.
“Lo que dictará el éxito de los programas será el desempeño del egresado en una institución de salud. Esta generación es un parteaguas y tenemos que estar cerca de ellos para saber su desempeño. Esperamos que el egresado tenga un pensamiento crítico y un desempeño eficiente y efectivo que contribuya significativamente a la meta de la institución de salud”, aseguró Moreno Monsiváis.
“El egresado debe ser capaz de transformar la práctica dentro de su área y así poder tener un comparativo entre antes y después. Su liderazgo clínico será clave para medir el impacto positivo del especialista”, añadió Moreno.