La Maestría en Movilidad Sostenible que imparte la Facultad de Ingeniería Civil busca formar especialistas capaces de proponer soluciones a la problemática de la movilidad a través de la ingeniería especializada.
Con la idea de hacer frente a los problemas de movilidad que vive a diario la población del área metropolitana de Monterrey y ofrecer soluciones reales a esta situación global, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) se prepara para recibir a la segunda generación del posgrado en movilidad sostenible.
La Maestría en Movilidad Sostenible que actualmente oferta la UANL es fruto de la evolución y rediseño de los programas académicos existentes y que anteriormente se conocían como Ingeniería de Vías de Tránsito y Terrestre, pero las necesidades actuales de la sociedad mundial demandan atender con urgencia estos temas y la ingeniería civil es un campo que puede aportar mucho sobre la materia.
Así lo indicó la maestra Rita Bustamante Alcántara, responsable de este programa educativo de posgrado que se imparte en la Facultad de Ingeniería Civil (FIC) y quien mencionó que la maestría atiende uno de los mayores problemas que enfrenta la entidad, a saber, la movilidad sostenible.
“Buscamos formar profesionales para que atiendan la problemática de los desplazamientos humanos, de bienes y servicios en los ámbitos rurales, urbanos, regionales, a través de la práctica de la ingeniería especializada en las redes viales de tránsito y transporte”, apuntó la coordinadora de la maestría.
Igualmente aludió que, si bien la movilidad es un derecho constitucional, lo que se pretende atender es la parte tangible del concepto que tiene que ver con el transporte y las redes viales, además de todo aquello implicado en el desplazamiento.
“Para México es un reto este tema, ya que implica que nuestros profesionales deben conocer y plantear proyectos, la planeación, diseño, construcción, operación, administración, junto a quienes dirigen la gestión de sistemas destinados al tema”, afirmó Bustamante Alcántara.
La coordinadora indicó que en la Maestría en Movilidad Sostenible existen tres líneas de generación y aplicación del conocimiento definidas como: ingeniería de tránsito y transporte, ingeniería de vías terrestres y gestión de la movilidad y seguridad vial.
“Básicamente nos interesan las habilidades y competencias bajo estas líneas de investigación y que los temas sean desarrollados desde las ciencias exactas (ingenierías). Puede haber algunos campos de interés más amplios, pero deben intervenirse desde su dimensión física”, explicó Bustamante Alcántara.
Añadió que los problemas de movilidad adquieren relevancia por sus efectos e impactos negativos, es decir, los congestionamientos, accidentes viales y la contaminación.
“Cuando no existen los procesos correctos, las externalidades que generamos pueden llegar a dañar a las personas y poblaciones, por eso la preocupación y la necesidad de formar estudiantes capacitados para atender esta problemática”, expuso la profesora de la FIC.
Bustamante Alcántara finalizó diciendo que a través del posgrado que dirige se pretende dotar a los alumnos de una nueva filosofía del concepto de movilidad sostenible, de forma que la UANL y la FIC puedan generar un campo laboral factible.
“Existe en la actualidad una demanda de expertos en el tema de la movilidad, y hablamos de un campo laboral grande, por eso la intención de formar profesionales que velen por el bienestar de las personas en el presente y el futuro.
“Estos especialistas deberán aplicar soluciones técnicas de la ingeniería especializada, que al mismo tiempo sean transversales en los aspectos sociales, económicos y ambientales, y tengan un impacto positivo en la sociedad”, añadió Bustamante Alcántara.
La Maestría en Movilidad Sostenible, de la Facultad de Ingeniería Civil, requiere de sus alumnos el desarrollo de innovación en la aplicación de las nuevas tecnologías, sistemas inteligentes, metodologías y normas, para solucionar los problemas de movilidad, con sistemas y/o redes de vías seguras, económicas, accesibles y asequibles, coadyuvando a que los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, alineándose como acciones positivas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en la agenda mundial 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.