Para promover el tema de salud mental en el entorno laboral, compartir buenas prácticas y fortalecer las redes de colaboración correspondientes, se realizó la Conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental 2024.
Con una jornada académica de reflexión y diálogos, se realizó este lunes 7 de octubre el festejo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre, en esta ocasión organizado en colaboración entre la Universidad de Monterrey y la Secretaría de Salud de Nuevo León.
En la conmemoración, estuvieron presentes por parte de la UDEM, Lilia García Rodríguez, vicerrectora de Ciencias de la Salud; y Thomas Huggins, decano de la Escuela de Psicología.
Asimismo, participaron por parte del Gobierno estatal, Alma Rosa Marroquín Escamilla, secretaria de Salud estatal; y Perla Elizabeth Orozco Vázquez, jefa de Departamento de Reinserción Social de la Dirección de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud; así como Federico Rojas Veloquio, secretario de Trabajo estatal.
El encuentro se desarrolló durante el día, en las salas 5 y 6 de Aprendizaje Permanente del Nivel B de Estoa, con la participación de dependencias e instituciones, como la Secretaría de Igualdad e Inclusión del Estado, Secretaría de Seguridad del Estado, IMSS y Comenzar de Nuevo A. C., y de las empresas Axtel, Xignux, Metalsa, Avalia, Humind Care, Gruma, Romica, Hey Banco y Cemex.
En su discurso de bienvenida, Lilia García Rodríguez precisó que, este año, el lema del Día Mundial de la Salud Mental es clave y, sobre todo, poderoso: priorizar la salud mental en los centros de trabajo.
“Este lema no solo nos invita a reflexionar, sino también a actuar, nos invita a reconocer que el lugar donde trabajamos puede ser tanto una fuente de satisfacción como de desafíos, y que depende de nosotros hacer de estos espacios de trabajo entornos saludables donde el bienestar mental sea una prioridad”, asentó.
García Rodríguez pidió no olvidar que el trabajo no es solo lo que una persona hace, sino las conexiones que forja, por lo que subrayó que es fundamental fortalecer las redes de apoyo o relaciones humanas que sostienen a las personas en los momentos difíciles y les impulsan hacia futuros exitosos.
“Juntos podemos construir entornos laborales más empáticos y colaborativos (…) pasamos una gran proporción de nuestra vida en el entorno laboral, lo que hace que nuestro bienestar mental en estos espacios sea indispensable para vivir una vida equilibrada y plena”, estableció.
Por su parte, Marroquín Escamilla afirmó que “México tiene una deuda histórica con la salud mental”, por lo que en Nuevo León, cuando llegó la actual administración, se establecieron varios ejes estratégicos, como programas a raíz de la pandemia del COVID-19, la cobertura de las enfermedades de alto costo y el abordaje integral en materia de salud mental, entre otros.
La secretaria de Salud estatal señaló que, a nivel mundial, los problemas de salud mental, entre ellos la ansiedad y la depresión, representan la causa número uno de fallas en el trabajo, más que otro problema de salud física.
Agregó que Nuevo León es el estado que tiene la mayor esperanza de vida de todo el país, con 77.7 años, por arriba de la Ciudad de México, pero que es necesario mejorar no solamente la atención médica a los problemas físicos, sino también la salud mental, desde el punto de vista integral.
“UN GRAN POTENCIAL PARA PREVENIR”
Huggins, en su presentación, destacó que existen diversas maneras en que se puede ver el reto de la salud mental en las organizaciones, porque cuando se habla de un trastorno de salud mental, se refiere a que una persona sufre un patrón de conducta que está afectando su vida.
Mencionó que, a nivel mundial, una persona de cada ocho sufre un trastorno de este tipo, mientras que, en México, la cifra se reduce a una persona de cada siete; incluso, durante y después de la pandemia, las cifras de ansiedad y depresión empeoraron.
“Hay un gran potencial para prevenir y si no prevenimos, nunca nos vamos a dar abasto para tratar; lo vimos en la pandemia: las listas de espera de las clínicas”, recordó.
El catedrático señaló que una condición de estos padecimientos de salud mental es que, en México, en los centros de trabajo, se permanece mucho tiempo al día: “pasamos más horas en el trabajo que cualquier otro país en desarrollo o desarrollado”.
“Cualquier predisposición se puede disparar en el trabajo, incluso, en personas que no tenían predisposición ni había ningún riesgo, pero el trabajo disparó un problema de salud mental”, advirtió.
En Nuevo León, se han implementado acciones en el ámbito laboral sobre el tema de salud mental, según Rojas Veloquio, para lo cual se ha buscado “hablar de este tema sin tabús y quitándonos la venda de los ojos”.
El secretario de Trabajo estatal recordó que el tema de salud mental en México es relativamente joven, ya que solo ha tomado fuerza en los últimos 24 años a través de legislación en este sentido, porque para muchos ciudadanos, el centro de trabajo es su primera casa, hablando de tiempo y de la calidad de tiempo.
“La pandemia, sin duda, fue algo que detonó, hubo mucha gente que lamentablemente no solo tuvo una enfermedad física, sino también una enfermedad mental, y que tiene que ser tratada si no lo han hecho o tiene que continuar con el tratamiento si está en ese proceso”, mencionó.
PRIORIZAR A LAS PERSONAS
En su conferencia de apertura, titulada Bienestar y felicidad en las organizaciones: una ventaja competitiva, Arlen Solodkin, de Hope Circuit, presentó estadísticas que revelan que el estrés laboral se aceleró con la pandemia, momento desde el cual 20 % de los trabajadores reportan trabajar con alta presión emocional; 44 % reportan haber sufrido de agotamiento mental debido a estrés laboral; 86 % de los trabajadores reportan sufrir algún tipo de trastorno mental como ansiedad o depresión; y 32 % sufren de burnout como consecuencia del estrés prolongado, según la Organización Mundial de la Salud.
La especialista estableció que hay muchos factores en el entorno laboral que contribuyen a altos niveles de estrés, pero cuando hay altos niveles de involucramiento el estrés es menor, por lo que cuando la gente feliz está más satisfecha con su vida y su trabajo es más productiva.
Entre los efectos de la felicidad en el trabajo, Solodkin destacó que el personal es 300 % más innovador, hay un 31 % de aumento en productividad, se genera un 125 % menos agotamiento o burnout, un 66 % menos ausencia por enfermedad y un 55 % menos rotación de personal; además de que las organizaciones obtienen un 44 % más de retención del talento y un 37 % de incremento en ventas.
Citando a un profesor de la Universidad de Oxford, la especialista señaló que los números revelan que las organizaciones más exitosas no priorizan las ganancias sobre las personas, sino que están teniendo más ganancias al priorizar a las personas.
Adicional a la conferencia de inicio, se ofrecieron las conferencias Gestión de casos y problemas organizacionales de salud mental, a cargo de Yunue Cárdenas, de Menthalising; CETIA Contigo: Retos y oportunidades entre las líneas de apoyo, de Jaime Carrillo, del Centro para el Tratamiento e Investigación de la Ansiedad de la UDEM; y Distintivo al trabajo responsable, su relación con la salud mental en los centros de trabajo de Nuevo León, con Pedro Villarreal, de la Secretaría de Trabajo; así como las mesas de diálogo, moderadas por Rodrigo Cruz Flores (FEMSA), Thomas Huggins (UDEM), Oswaldo Zuñiga (XIGNUX) y Emmanuel Serna (XIGNUX).