Un llamado a la comunidad para actuar en favor de la dignidad humana, la cual es una responsabilidad colectiva en la promoción y protección de los derechos fundamentales, fue el que se hizo durante el Congreso de Derechos Humanos organizado por la Universidad de Monterrey.
El Centro de Equidad de Género e Inclusión (CEGI) de la UDEM inauguró este encuentro la tarde del lunes, en las salas de Aprendizaje Permanente del edificio Estoa, bajo el tema Transformando realidades hacia una cultura basada en la dignidad humana, un evento que busca visibilizar y abordar las problemáticas que enfrentan los grupos de atención prioritaria en la sociedad.
En esta, la primera edición del Congreso de Derechos Humanos, se recibieron 46 propuestas, de las que se eligieron 16 que fueron presentadas durante el encuentro.
Durante la ceremonia de apertura, Isabella Navarro Grueter, vicerrectora de Formación Integral de la UDEM, reafirmó el compromiso de la UDEM de escuchar, aprender y, sobre todo, actuar en favor de la dignidad humana.
“Reafirmamos nuestro compromiso de escuchar, aprender y, sobre todo, actuar. La dignidad humana no es un privilegio otorgado, es un derecho inalienable que nos corresponde a todas y todos”, apuntó.
La vicerrectora subrayó que, a pesar de los avances, muchas personas en las comunidades aún viven en condiciones que atentan contra su dignidad.
“Sin embargo, no podemos perder de vista que muchas personas en nuestras comunidades aún viven en condiciones que atentan contra su dignidad: mujeres, niños, personas mayores, personas con discapacidad, personas de la diversidad sexual, personas migrantes, y otros grupos vulnerables, que continúan enfrentando barreras que les impiden disfrutar plenamente de sus derechos”, añadió.
Navarro Grueter enfatizó el desafío que enfrentan los formadores en impulsar una agenda interinstitucional que articule acciones concretas y colaborativas.
“La discriminación, la exclusión y la violencia son realidades que no podemos ni debemos ignorar”, señaló.
“Nuestro desafío, como formadores, es impulsar una agenda interinstitucional que articule acciones concretas y colaborativas. Debemos promover espacios seguros donde todas las personas, sin importar su origen o condición, puedan vivir con dignidad, respeto y libertad”, afirmó.
Por su parte, Marcela Chavarría, directora del CEGI, destacó la importancia de visibilizar a los grupos de atención prioritaria y la defensa de los derechos humanos, así como el avance de la comunidad en términos de madurez y sensibilidad hacia las voces que no son escuchadas.
“Estamos hablando de una comunidad cada vez más madura, más consciente, más sensible en visibilizar a tantas voces que no son escuchadas, como son los grupos de atención prioritaria”, afirmó.
La directora del CEGI subrayó la conexión entre la defensa de los derechos humanos y la lucha por la equidad y la justicia.
“Desde el CEGI, reconocemos que la defensa de los derechos humanos está intrínsecamente ligada a la lucha por la equidad, la justicia y el respeto mutuo”, señaló.
En sus declaraciones, Chavarría enfatizó la universalidad de la dignidad humana: “la dignidad humana, esa cualidad inherente y única nuestra de los seres humanos, no puede ser fragmentada, no puede ser negociada; es un valor universal que trasciende género, raza, credo, clase social”.
Finalmente, Chavarría hizo un llamado a fomentar el diálogo sobre la paz y la dignidad humana, destacando la responsabilidad colectiva en su promoción y protección.
“Hoy más que nunca debemos fomentar el diálogo sobre la paz y la dignidad humana; la construcción de la paz no es solo anhelo, sino un deber colectivo, es nuestra responsabilidad como formadores y ciudadanos conscientes, promover y proteger estos valores”, concluyó.
Posteriormente, se desarrolló el panel Perspectivas de la dignidad humana: análisis teológico, jurídico y social, con la participación de Magda Robles Garza, el sacerdote Edgar Alvarado y Susana Méndez, moderado por Rixio Portillo Ríos, profesor de la Facultad de Educación y Humanidades de la UDEM.