En días recientes el Congreso del Estado reanudó actividades en un periodo extraordinario de sesiones, en el cual se pudieron observar varios nombramientos realizados con vicios de forma y resultados cuestionables.
Los procesos de nombramientos dejan grandes dudas sobre la posible autonomía, y los resultados que darán dichas instituciones a la ciudadanía de Nuevo León.
En cuanto a los vicios de forma que pudimos constatar, primero mencionar que los períodos extraordinarios de sesiones son precisamente para atender situaciones de carácter extraordinario.
Además, si bien se pudo declarar el quórum de la sesión en Pleno al estar presentes 26 diputados y diputadas, los artículos 108 y 160 de la Constitución local especifican que los nombramientos del Auditor y de los fiscales especializados exigen que exista una mayoría calificada presente para poder votar estos asuntos, condición que no se presentó el día de las votaciones.
En cuanto al resultado de los procesos de selección, queremos externar que nos preocupa que los perfiles de las personas elegidas por las y los diputados, no cumplan con ciertos aspectos clave requeridos para ocupar dichos puestos.
En particular, la exigencia de ser una persona sin ligas partidistas a todas luces no se cumple en el caso del nuevo Auditor Superior del estado, Alejandro Reynoso Gil, de acuerdo con el mismo currículum publicado en la página del Congreso local.
Esta persona ha realizado toda su carrera política en el municipio panista de San Nicolás de los Garza, y en administraciones panistas en Monterrey, en puestos de confianza de los alcaldes, muestra evidente de su cercanía con este grupo político.
Así mismo, el nuevo fiscal especializado en delitos electorales evidencia una cercanía con el PRI al que incluso representó ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana del 2020 al 2023.
Ambos perfiles ponen en tela de juicio la imparcialidad de sus decisiones en los cargos para los que fueron designados.
Finalmente, queremos recalcar que desde el año 2020 que se presentan los informes anuales del Observatorio Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción, se ha señalado la falta de resultados de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y aún así, las y los diputados ratificaron al mismo titular por otros seis años.
Por todo lo anterior, queremos exhortar a la ciudadanía de Nuevo León a seguir atenta a la actuación de sus representantes electos en el Poder Legislativo.
Apenas pasaron las elecciones, las y los diputados volvieron a dejar en evidencia su poca preocupación por el estado de derecho, la consolidación de instituciones autónomas que actúen como verdaderos contrapesos, y que rindan cuentas a la ciudadanía de sus acciones y resultados.
La efectividad que se obtendrá tanto de la Auditoría como de las Fiscalías especializadas será directamente atribuible a las decisiones y al control que ejercen el PRI y el PAN sobre dichos organismos.
La ciudadanía, en el contexto actual siempre tendrá sospechas sobre las decisiones que tomen dichos organismos mientras no den resultados sin subjetividad.