Después de una elección que ha dejado como saldo “ganadores” y “perdedores”, en muchas ocasiones, con sentimientos de frustración involucrados en distintos niveles, es necesario entender la “otra perspectiva” desde un punto de vista positivo, porque, frecuentemente, la información que se obtiene está ampliamente sesgada solo hacia una de las perspectivas políticas.
Tal como lo explicó Mario Vázquez Maguirre, profesor investigador en la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey, el nivel de polarización de un proceso electoral como el que recién concluyó puede llegar a generar mayor frustración, enojo y desesperanza para los ciudadanos que votaron por el candidato perdedor.
“Nos hacemos preguntas llenas de incredulidad: ¿cómo es posible que no hayan visto lo malo que es su candidato?, ¿pero cómo no pueden ver que ese individuo va a perjudicar al país? Esto es muy peligroso para una democracia”, advirtió Vázquez Maguirre.
El especialista en economía y políticas públicas advirtió que la información que se obtiene específicamente de redes sociales está ampliamente sesgada hacia la perspectiva política del usuario, ya que las empresas “dueñas” de las redes sociales buscan que consuman más tiempo en sus plataformas, lo cual facilita el proceso de polarización social.
“Muchas veces, esta información es parcialmente falsa, no tiene fundamento científico o citas bibliográficas, es vaga o imprecisa, o saca de contexto frases y citas; además, esa información está elaborada para exacerbar nuestras emociones, como el enojo, la indignación o la alegría”, apuntó.
Vázquez Maguirre subrayó que la mayoría de los comentarios a una nota política en redes sociales son emocionales, por lo que apelar a las emociones es una excelente táctica para capturar la atención del usuario por más tiempo y viralizar la desinformación.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores explicó que, en primer lugar, este tipo de sesgos hace creer a las personas que la mayoría de la gente piensa como ellas, lo cual se conoce como “sesgo cognitivo de falso consenso”.
“Si solo vemos contenido a favor de un candidato, empezamos a convencernos de que es mucho mejor que el otro, y que la mayoría de la gente va a votar por ella o por él; si al final pierde la elección, el sentimiento de frustración puede ser más grande que cuando obteníamos la información de medios de comunicación tradicionales, como periódicos, revistas o televisión”, expuso.
En segundo lugar, destacó que esto provoca que las personas no vean la otra parte de la elección: los méritos del candidato que no están apoyando; incluso, ven solo contenido negativo de ese candidato, lo cual provoca que se tenga una perspectiva negativa de él y de sus seguidores.
El profesor de la UDEM señaló la necesidad de entender la “otra perspectiva” desde un punto de vista positivo: ¿qué fortalezas vieron los demás ciudadanos respecto al candidato ganador?
“Esto no lo lograremos si seguimos consultando la misma información, la que proveen nuestras redes sociales, sino que debemos buscar otro tipo de fuentes de análisis, de debate, para poder llegar a entender la forma de pensar de otra persona”, sostuvo.
Vázquez Maguirre mencionó que México es uno de los países más grandes y desiguales del mundo, lo que genera una gran diversidad de culturas, ideologías, formas de vida y, desde luego, diferentes perspectivas sobre lo que es el desarrollo, el bienestar, la justicia, el progreso, la equidad y el rol que debe tener el gobierno para promover estos temas.
“Es importante la conversación constructiva con personas que tengan otras perspectivas ideológicas; ante la polarización, rescato la frase de Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz: ‘la mejor arma es sentarse y hablar’; ¿cuándo fue la última vez que hablamos con una persona de otra orientación política e intentamos entender su punto de vista, sin descalificarlo?”, cuestionó.