Al arrancar su campaña por la alcaldía de la capital del estado para el trienio 24-27, dijo que regresará a arreglar lo que “se echó a perder”
En el primer minuto de este domingo 31 de marzo, Adrián de la Garza Santos inició su campaña por la alcaldía de Monterrey para la Administración 2024-2027 y reiteró que como regiomontano, conoce y ha comprobado que sabe resolver los problemas que aquejan a la comunidad.
Arropado por candidatos a los Congresos local y de la Unión, y por simpatizantes reunidos en el multimodal de Zaragoza, el ex Procurador de Nuevo León reiteró que su campaña será constructiva y de propuestas.
“De frente les digo: estoy listo. En sólo 3 años, los nuevos demostraron que no es lo mismo resolver los problemas de la gente que andar publicando historias en redes sociales”.
Agradeció el apoyo de la coalición que conforman personas comprometidas con Monterrey para convertir a esta capital en su mejor versión de la historia.
“Con una alianza fuerte y poderosa, con este equipo de las y los mejores candidatos y con las mejores propuestas, le diremos un contundente adiós a la improvisación y a los pésimos resultados.
“En la ruta del mejor Monterrey necesito su apoyo, con su voto lograremos corregir el rumbo. necesitamos abarrotar las casillas con participación en una campaña alegre y, reitero, que será de las mejores propuestas”, afirmó.
De igual forma se comprometió a atender el tráfico vehicular, a intervenir ante la autoridad competente para mejorar el transporte público que dijo, “está peor que nunca”, a ayudar a combatir la contaminación del aire que respiramos y reiteró que volverá a resolver la inseguridad.
Además, anunció que, al volver a la presidencia municipal, también regresará su programa “Tarjeta Regia”, con más apoyo y para beneficiar a un mayor número de mujeres.
Para este sector de la población, adelantó que emprenderá un programa histórico para protegerlas de la violencia.
Tras su primer mensaje como candidato de la coalición “Fuerza y corazón por Nuevo León”, durante la madrugada convivió con sus seguidores en el área posterior al palacio municipal.