El proyecto ganador del Premio a la Innovación Social de Hambre Cero NL 2023 fue aplicado en el ejido de Espinazo, en Mina, por alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Combatir la inseguridad alimentaria y la pobreza en comunidades que dependen de la ganadería, es el propósito del proyecto de la Universidad Autónoma de Nuevo León “GreenTech: Sembrando sostenibilidad, nutriendo comunidades, juntos contra el hambre”.
Este trabajo que surge en la Facultad de Agronomía fue ganador del Premio a la Innovación Social de Hambre Cero Nuevo León 2023, certamen que reconoce a proyectos enfocados en disminuir el desperdicio de alimentos y promover la orientación y la autosuficiencia alimentaria.
“En el estado tenemos el problema de la sequía y buscamos implementar sistemas que son eficientes en cuanto al uso de recursos naturales como el agua y el espacio a usar. Los ejidos de la entidad buscan prácticas que les aseguren el alimento para su ganado.
“Por otro lado, el haber ganado este premio nos compromete a demostrar resultados e implementar sistemas eficientes con el ambiente y de producción en comunidades que dependen de la ganadería”, expresó el alumno de la Licenciatura en Ingeniero en Biotecnología Emilio Reyna.
GreenTech se enfocó principalmente en el ejido de Espinazo, ubicado en Mina, Nuevo León, lugar que cuenta con una población de 280 habitantes con 80 ejidatarios activos y una extensión de siete mil hectáreas.
Una de las razones por las que se eligió esta comunidad es que la Facultad de Agronomía de la UANL tiene una vinculación colaborativa con el ejido desde el 2021.
“El proyecto es iniciativa de los estudiantes y yo los apoyé como asesor. Este consiste en un forraje hidropónico en donde se producen germinados como el trigo, centeno y avena. Su formación es como un tapete o un rollo de zacate en donde las vacas o cabras lo consumen y el valor nutritivo es de alrededor del 90 ciento de digestibilidad y se producen mejor los alimentos”, explicó el investigador de la Facultad de Agronomía Alejandro Sergio del Bosque González.
Los estudiantes de la Máxima Casa de Estudios del Estado pretenden replicar GreenTech en otros ejidos de Nuevo León. Además de los tres alumnos de la Facultad de Agronomía, participan otros dos jóvenes de las facultades de Ciencias Químicas e Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
La cuarta edición de este certamen recibió 50 proyectos de alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Universidad Regiomontana, Universidad de Monterrey y el Tecnológico de Monterrey. En el concurso se contó con el apoyo de jueces y mentores de la Organización de las Nacionales Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Aprendizaje de los estudiantes
Aracely Díaz – Ingeniero agrónomo
“Este proyecto me dejó de aprendizaje el estar en contacto con ejidatarios y entender las problemáticas del campo. Una de las contribuciones del proyecto es la mejora de la calidad de vida de los ejidatarios, porque ellos se dedican a la producción caprina y destinan de ocho a nueve horas diarias a pastorear, por lo que consume mucho de su tiempo que podrían pasar con su familia o invertir en otras áreas de su vida y con este trabajo planteamos que ese tiempo se reduzca”.
Melanie Sánchez – Ingeniero en biotecnología
“Colaborar en el proyecto fue una oportunidad para ayudar y aprender de más gente con la que nunca hubiera tenido la oportunidad de convivir y escuchar su perspectiva. El haber ganado el premio brinda esperanza de un cambio positivo en la comunidad. Más adelante considero que habrá un mejoramiento económico y por ende relacionado con su calidad de vida”.
Raúl Reyna – Ingeniero mecánico electricista
“En el impacto social buscamos involucrar a más jóvenes para que sigan apoyando y se involucren a la causa de Hambre Cero Nuevo León. Implementamos energías renovables porque con esto se reduce considerablemente el impacto de la huella de carbono y hace que el proyecto sea más sostenible”.
Carlos García – Ingeniero industrial y administrador
“El aprendizaje que me dejó es cómo podemos aprovechar los recursos tecnológicos para mejorar el sistema de una industria que es muy ajeno a mi carrera que es la de agronomía. Uno de los principales beneficios del proyecto es la reducción de costos para el forraje hidropónico y cómo van a distribuir sus nuevos recursos con una mayor libertad en otras áreas de su negocio”.
Premio Hambre Cero NL
· GreenTech de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
· Food 4 All de la Universidad Regiomontana.
· Angora Cream de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Proyecto GreenTech
· El forraje hidropónico destaca por el uso eficiente del agua, una mayor calidad nutricional y la producción de todo el año.
· Invernadero de 6 por 5 metros. Sistema de riego hidropónico y control ambiental.
· Estiman producir más de 100 kilogramos por día de forraje hidropónico.
· Se estima suplementar la dieta de más de 80 animales por día.
Rinde UANL homenaje al Ing. Guadalupe Evaristo Cedillo Garza
El Rector Santos Guzmán López encabezó una de las guardias de honor con las que la comunidad universitaria despidió al ingeniero, matemático y decano de la Universidad que dedicó 67 años de su vida a la formación de profesionistas de excelencia.
Una despedida del tamaño del legado que construyó en la Universidad Autónoma de Nuevo León fue la que tuvo el decano de decanos de la UANL, el ingeniero Guadalupe Evaristo Cedillo Garza.
La comunidad universitaria se congregó esta mañana en la explanada del edificio 2 de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica para rendir homenaje póstumo a quien dedicó 67 años de su vida a la formación de ingenieros, y que por su disciplina, tenacidad y entrega es considerado como un forjador de profesionistas de excelencia en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El Rector Santos Guzmán López encabezó la primera guardia de honor acompañado de familiares del maestro Cedillo Garza, entre ellos quien fuera su esposa, la señora Diana Garza Salazar; su hija la doctora María Teresa Cedillo Salazar, actual directora de la Facultad de Arquitectura; hijos y nietos.
“Nos reunimos para despedir a un pilar fundamental de nuestra institución, el maestro Guadalupe Evaristo Cedillo Garza, cuya contribución a nuestra Universidad trasciende el tiempo y deja una marca imborrable que perdurará para siempre”, pronunció el ejecutivo universitario.
Con guardias de honor de cuerpo presente, la comunidad universitaria rindió un merecido homenaje, pero sobre todo hizo patente su agradecimiento al ingeniero, matemático y académico ejemplar, quien a través de 67 años enseñó a incontables generaciones no solo las matemáticas y la ingeniería, sino el ejemplo de vivir con pasión todo lo que se hace, creando así un legado imborrable de entrega y dedicación por la cátedra y por su UANL.
“Desde su posición como profesor, coordinador, jefe y director de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, no solo impartió conocimientos, sino que también guió a generaciones de ingenieros, compartiendo no solo la teoría, sino también la práctica y la pasión por su disciplina”, reconoció el Rector Santos Guzmán López.
Destacó también el compromiso de Cedillo Garza con la educación superior, que quedó reflejado con su labor en la Junta de Gobierno, que tuvo el privilegio de presidir, con lo que contribuyó aún más con su honor y lealtad a su querida Universidad.
“Profesor Emérito y Maestro Decano de nuestra institución fueron reconocimientos que vivió de lleno, además de formarse como un faro de sabiduría y orientación, que trascendió las aulas, para convertirse en un mentor, un guía y un amigo para aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlo.
“Siempre lo recordaremos por su actitud enérgica, su amor y lealtad por la Universidad, alentando la flama de la verdad, como lo hizo en vida el maestro Cedillo”, dijo Guzmán López.
En tanto, el doctor Arnulfo Treviño Cubero, director de la FIME, recordó al ingeniero Guadalupe Evaristo Cedillo Garza como un maestro ejemplar, que llegaba puntual a las 06:30 de la mañana con una actitud positiva siempre, misma que contagiaba a otros profesores y estudiantes.
“Nos honra el hecho de que nos hayan permitido tener este espacio, la primera casa del ingeniero Cedillo Garza, maestro ejemplar; gran legado que deja para nuestra escuela y siempre estará vivo en nuestros corazones. Recibimos a las instituciones hermanas, la Escuela Industrial Álvaro Obregón y la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, en las que estudió”, dijo el directivo.
Reconoció sentirse honrado de haber coincidido con el maestro Cedillo, ya que siempre tuvo para él un consejo.
“Si algo caracterizó a nuestro amigo fue el don de gente, ya que platicaba con todos, siempre salíamos con una cara feliz porque siempre buscaba que cada uno tuviéramos el mejor día de nuestra vida al coincidir con él. Todos teníamos en él un líder y un amigo que siempre vio por el bien de todos, de maestros y estudiantes”, expresó.
Conmueve partida del decano
“Después de 73 años, la UANL despide a uno de sus más destacados estudiantes; después de casi 67 años esta FIME tiene que despedir a uno de sus maestros más sobresalientes. La excelencia fue su manera de vivir y convivir con toda su familia universitaria. La UANL es parte de la vida de Guadalupe Evaristo Cedillo Garza y Guadalupe Evaristo Cedillo es parte de la vida de la UANL”, pronunció la maestra Esther Díaz Ramírez, quien dirigió la ceremonia.
Cedillo Garza fue Decano de FIME y Maestro Decano de la UANL, Profesor Emérito, fundador de la Escuela de Graduados y del Programa Doctoral de la FIME y exdirector de esta dependencia. Fue además Secretario del Sindicato de Trabajadores STUANL y Presidente de la H. Junta de Gobierno.
“Mi padre, un hombre sencillo, siempre con sus características mangas arremangadas y camisa blanca. No solo fue un ingeniero destacado, sino también un hombre de principios sólidos, quien siempre se esforzó por hacer del mundo un lugar mejor a través de su participación en la Universidad. Su vida estuvo marcada con la pasión de las matemáticas, la ingeniería, la enseñanza y el compromiso con el servicio a la comunidad”, dijo la doctora María Teresa Cedillo Salazar.
Agregó que el maestro Cedillo Garza fue un gran padre, un gran ejemplo de constancia, de una gran capacidad, una mente privilegiada y un gran ser humano.
“Esta pena de no tenerlo y verlo vale por sus 89 años de vida, de logros, de esfuerzos, superaciones, de preparación, trabajo, humanismo, de simplicidades y gran sentido del humor”, compartió.
Para concluir el homenaje póstumo, todos los reunidos dedicaron un prolongado aplauso para despedir a uno de los pilares de la UANL.